tiempo de helados

Llegamos al ecuador del año, un buen momento para hacer balance... pero casi mejor que lo dejo para otro post. En otro orden de cosas, ayer fui a Panta Rhei porque se inauguraba la exposción sobre los dibujos de Juanjo Sáez, ese dibujante del que os hablé. Parece ser que llegué la primera, y eso que llegué tarde porque, tras escribir un artículo sobre una heladería me entraron unas ganas tremendas de tomar un helado.

De vuelta a casa sólo pensaba en eso, quiero un helado, quiero un helado... mi madre es testiga.
Así que me fui directa a la heladería más cercana a mi casa, una que no me gusta mucho y por eso no diré su nombre. Sólo contaré que una vez compré 2 litros de helados y barquillos. Al ir a pagar me di cuenta de que me faltaban 50 céntimos. Y tuve que volver a pagárselos...arg... y yo encima vuelvo. Es lo que tiene tener tu negocio bien situado.

Bueno, el caso es que me tomé el helado y después me dirigí a la librería. Ví la exposición, muy pequeñita y sencilla, pero me gustó mucho. Además nunca había bajado a la planta de abajo y me gustó como habían apañado el tema de la luz (es un bajo y no hay ventanas). La luz entrá a través de un tragaluz que hay en el suelo de la primera planta, al lado de la vitrina.

Respecto a la expo, lo más de lo más fue ver una foto original de Chispeta, la perrita del escritor que murió de viejita y que sale retratada en su libro. También está expuesta la carta que la madre del autor le escribe a la perrita, cuando está ya ha muerto. Conmovedor.

Luego ví a Juanjo Sáez y a su novia Vanessa, que son iguales que en los libros pero tienen cara.
No hay nada peor que decubrir que una de las personas que idolatras es un borde... pues esto no pasó, menos mal. Todo lo contrario, los dos eran simpáticos y él me firmó mis dos libritos y me fui a casa más contenta que un niño con un lápiz.


Y de vuelta a casa me acordé que me había llamado Patatín para invitarme al rodaje de una película de la que es protagonista. Le vi un poco estresado; entre focos, asesores de imágenes, fotógrafos y una larga cola de fans que esperaban su autógrafo... todo le quedaba un poco grande, para que negarlo. La película en cuestión promete bastante. Una SúperPatata (Patatín) debe luchar contra una plaga que amenaza destruir todas las plantaciones de patatas del mundo entero. Patatín es el salvador del mundo patatil. Le quedaba bien la capa, la verdad. Mañana pongo fotos.