mardi, février 17, 2009

greguerías ilustradas


El año pasdo, o quizás el anterior, me apunté a un curso de escritura creativa en la Escuela de Escritores. Siempre había querido apuntarme a un cursillo para aprender a escribir, porque durante la carrera de Periodismo aprendí muchas cosas, pero no a escribir. Me daba un poco de vergüenza asistir a una clase, rodeada de gente que probablemente escribiría mejor, tendría un estilo personal y muchas ideas. Por suerte durante esa época trabajaba hasta las 8, y esa fue la excusa perfecta para no apuntarme a las clases presenciales.  Así que decidí hacer el curso, pero online. 

Duré dos semanas. Me daba tiempo a escribir los ejercicios semanales, pero la mitad del curso consistía en leer los trabajos del resto y valorarlos (éramos 12). Algo lógico ya que para aprender a escribir es necesario leer lo que los demás han escrito y sobre todo las correcciones del profesor. Y esta fue la única razón por la que dejé el curso.

Aún así  recomiendo los cursos de EdE a todo aquel que quiera aprender a escribir relatos, cuentos o novelas. Y entre mi lista de "cosas que hacer cuando tenga dinero y tiempo" está la de retomarlo. A pesar de que sólo llegué a escribir 2 ejercicios, me gustó mucho el profe que nos tocó. Se llama Juan Carlos Márquez y era un buen profesor, espero que me vuelva a tocar la próxima vez que me apunte. 






Y todo esto lo he recordado cuando he visto este libro en Internet. "100 Greguerías Ilustradas". Lo he asociado con el curso porque el primer ejercicio consistía hacer lo siguiente:
  • Escribir una lista de sustantivos muy larga, los primeros que se te ocurran
  • Pasar el detector de palabras abstractas y desechar aquellas que no se puedan visualizar (libertad, incertidumbre, frenesí...)
  • Elegir 7 palabras de la lista que nos queda
  • Con la primera y la última escribir un microrelato a contrarreloj en 20 minutos. (mi relato se tituló "Burbujas de Limón")
  • Con las restantes, escribir 5 greguerías. Según su inventor, Ramón Gómez de la Serna," son sólo fatales exclamaciones de las cosas y del alma al tropezar entre sí por casualidad, lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciencia, lo que gritan las cosas".


Estás fueron mis greguerías:

  • La Mantequilla es el pegamento de los sandwiches
  • La Esponja engorda cuando trabaja
  • El Patio se alimenta de pinzas de tender
  • El Sombrero es la tapa de las ideas
  • Las Velas mueren de miedo a la oscuridad
Desde entonces tengo una pequeña, pero controlada, obsesión con las greguerías. Me gusta la idea de que los objetos puedan sentir cosas y tengan un alma.

Hace unos días encontré este libro en la editorial MediaVaca y me gustó un montón. Es la vuelta de tuerca de las greguerías, porque éstas vienen con su imagen. 


2 commentaires:

Clark Kent a dit…

Las greguerías son guays. Y las tuyas más guays son la de la esponja y la de las velas.

Y los libros de Media Vaca son ideales para regalos con clase.

AccentLess a dit…

Me ha encantado la de la vela... y (ajenas) la del escote, claro...