samedi, mars 24, 2007

marcelo, en la gran pantalla

Cuando vivíamos en París tuvimos un compañero de piso sobre el que escribí en varias ocasiones. Se llamaba Marcelo y era un ratón. Un ratoncillo más, de los millones que viven en París. Porque la ciudad más visitada del mundo parece que es también el destino preferido por los roedores. Yo tengo aunténtico pánico a los ratones. Pero el hecho de cruzarme con alguno en el metro, o que me pasaran por debajo de los pies en un restaurante (nada cutre, por cierto) me vacunó del miedo, por lo menos durante algún tiempo.

Me ayudó que Marcelo viniera de vez en cuando. Tuve que bautizarle y escribir sobre él como terapia de choque. Me daban menos miedo. De hecho, el día que llegó el cara a cara con Marcelo, él en una esquina, tiritando y nosotros, con la fregona en la mano, nos dimos cuenta de que le teníamos cariño, y le dejamos ir. A Marcelo le gustaba nuestra casa porque en cuanto llegó se hizo con ella. El día que le conocimos me dio un ataque y obligué a Pepe a pagar una noche en el hotel más cutre de todo Montmartre, y puede que de todo París.

Pusimos unas trampas de ratones e incluso queso manchego, pero a Marcelo sólo le gustaba el queso francés. Volvía de vez en cuando, y no entendíamos como un ratóncillo del tamaño de una croqueta podía ser tan listo y esconderse en una casa de 20 metros sin escondites. Mientras sus compañeros se conformaban con las tuberías y vías de tren, Marcelo se acomodó en nuestra casita. A veces me acuerdo de Marcelo y me río mucho. Hoy he descubierto que han hecho una película sobre él, el ratón más listo de París. Le han cambiado el nombre a Ratatouille, para mantener su anonimato.




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9 commentaires:

Anonyme a dit…

Allez Pixar!! ¡¡Qué grande este paralelismo Patite!!Ratatouille es como nosaltres que queremos irnos (encore) a París...

Anonyme a dit…

¿y la posibilidad de directamente comerse al ratón?
¿se puede?
pero con
amor

Anonyme a dit…

yo me voy en semana santa a parís. saludaré a marcelo de tu parte :)

Polkium a dit…

Yo me lo imaginaba más blanquito.

Anonyme a dit…

Jo... me encantó la entrada original!!

Por que las ratas son asquerosas y merecen morir de forma bastante cruel (es para verlas en los cepos) y los hamsters son adorables?!?... haycosasquenuncaentendere.com

marta en parís a dit…

accentless:
Esto último es una pregunta o una afirmación? Los roedores, en general, me dan asco (sobre todo las ratas). La excepción es Marcelo, claro.

Anonyme a dit…

Y un conejo enano?!?, de esos blanquitos con las orejas de punta que se pasan el dia hechos unas bolas y dejando conguitos por toda la casa?

Y las ardillas?!?, esos encantadores bichejos que moran el retiro?!?

La finalidad ultima de esto es: donde esta el umbral entre lo que da asco y lo que no...

(y yo para que me metere en estos lios?!?)

marta en parís a dit…

Querido pervertido:

El umbral entre lo asqueroso y lo no asqueroso depende de muchas cosas. En este caso el umbral no está definido y cada uno establece el suyo propio. Faltaría más, sobre todo hablando de algo tan subjetivo como "lo que te provoca asco". Es cómo preguntar dónde está el umbral entre lo bonito y lo feo.

A mí me revuelven las tripas los hamsters mientras que mi prima de 12 años le da besitos al suyo.
Y en general todos los bichejos peludos y pequeños me dan asco y miedo. Las ratas, los ratones, las ardillas y los conejos.

Menos Marcelo. Y Chip y Chop.

Anonyme a dit…

Por eso queria conocer TU umbral... es evidente que cada cual lo coloca donde quiere (o puede)... y si no mirar mi novia... :P

Me sorprende lo de las ardillas... ha sido siempre mi arma para tratar la fobia a los roedores... todo el mundo las considera adorables, siendo ratas con el rabo bonito...

Habra que pensar otra cosa...